Nombre del autor:gotitas14

Tres años después, las montañas de Cerro Negro ya saben nuestro nombre. Las risas, los juegos y los abrazos se han vuelto parte de la Navidad del pueblo. En esta edición, más manos se unieron, más niños sonrieron y más historias nacieron. Aunque teníamos planeado recibir a 100 niños, la sorpresa fue aún más grande: casi 150 pequeños llegaron con ilusión en sus ojos. Sin embargo, los regalos parecieron multiplicarse como por arte de amor. Compartimos, reorganizamos y cada uno tuvo algo entre sus manos y en su corazón. Ese día confirmamos que cuando la intención es genuina, los recursos se expanden y la alegría se multiplica. Cada obsequio entregado fue una promesa de seguir iluminando vidas con amor, fe y esperanza. Porque cuando Gotitas llega, llega la alegría… y nunca falta para nadie.

En 2024, Gotitas ❤️‍🩹💧 dio un paso más allá. Antes de llevar la magia de la Navidad a Cerro Negro, organizamos nuestro primer Cuadrangular Benéfico Mixto de Fútbol, un evento donde el deporte se convirtió en puente de solidaridad. Fue una tarde llena de energía, risas y compañerismo. Cuatro equipos, formados por amigos, voluntarios y aliados, se enfrentaron en la cancha con un solo objetivo: recaudar fondos para nuestra Fiesta de Navidad. Cada gol, cada pase y cada aplauso se transformó en una gotita de esperanza que más tarde se convirtió en sonrisas infantiles. Más que un torneo, fue una celebración del trabajo en equipo y del poder de las pequeñas acciones. Los jugadores demostraron que se puede competir con el corazón y que la verdadera victoria está en ayudar. Al final del día, logramos más que una recaudación: fortalecimos nuestra comunidad, sumamos nuevos voluntarios y encendimos una chispa que promete repetirse cada año. Porque cuando el propósito es noble, el juego siempre vale la pena.

Volvimos. Y esta vez, todo se sintió más familiar. Los niños nos reconocían, las familias nos esperaban y el ambiente estaba lleno de amor. En 2023 entendimos que no se trataba solo de llegar, sino de quedarnos presentes en sus corazones. La comunidad de Cerro Negro se convirtió en parte de nuestra familia, y Gotitas en una tradición que cada año se hace más fuerte.

Ese año, Gotitas emprendió su primer viaje hacia Cerro Negro, una comunidad que nos recibió con los brazos abiertos y el corazón dispuesto. Entre montañas, canciones y regalos, compartimos una tarde que se convirtió en recuerdo imborrable. Fue el inicio de una nueva historia: una Navidad sencilla, pero llena de propósito. Las sonrisas de los niños fueron nuestro mejor regalo.