Volvimos. Y esta vez, todo se sintió más familiar. Los niños nos reconocían, las familias nos esperaban y el ambiente estaba lleno de amor. En 2023 entendimos que no se trataba solo de llegar, sino de quedarnos presentes en sus corazones. La comunidad de Cerro Negro se convirtió en parte de nuestra familia, y Gotitas en una tradición que cada año se hace más fuerte.




